Mi Hija es Especial
Para comenzar el blog, aquí les traigo una pequeña carta que nunca me
canso de leer. ¡Espero les guste!
"Tengo una hija especial, una chica que es difícil de entender y
que para muchos padres sería una decepción, sin embargo la vida me ha enseñado
a apreciarla y a entender su manera especial de ser. Por eso te explicare como
es mi hija:
Mi hija no viste de colores vivos o goza de ver vestidos y zapatos, ella
ama la ropa oscura y vestir radicalmente. Mi hija no va al centro comercial a
caminar y ver tiendas, mi hija va al centro comercial a bailar "Just
Dance" y comer dulces con sus amigos. Mi hija no tiene el “Facebook” lleno
de frases y fotos, mi hija tiene el “Facebook” lleno de anime y chicos
asiáticos. Mi hija come “Sopa”, pero prefiere el “Ramen” y yo disfruto verla
tratar de absorber los fideos sin quemarse. Mi hija no bebe “Alcohol”, pero
siempre ha querido probar el “Sake”. Mi hija no sufre por un chico de su
escuela, mi hija sufre por un personaje de anime y le grita “Te Amo” aunque
este consiente que no existe. Mi hija no lee “Revistas de Farándula”, mi hija
lee “Mangas” y Novelas, y llora, ríe o grita en cada escena. Mi hija no tiene
una foto de su novio en el teléfono, mi hija tiene la foto de un cantante
coreano en forma de corazón. Mi hija no pega afiches en su habitación de “One
Direccion” “Justin Bieber” o “Miley Cyrus”, mi hija pega afiches de sus
personajes y series de anime favoritos. Mi hija no quiere hablar inglés, mi
hija quiere hablar japonés. Mi hija no ve novelas, mi hija ve doramas. Mi hija
no sale de fiesta, mi hija se reúne en casa de sus amigas a ver películas
japonesas y coreanas. Mi hija no come “Palitos”, mi hija come “Pockys”. Mi hija
no dibuja paisajes, ella dibuja “Manga”. Mi hija no se disfraza, mi hija hace
“Cosplay”. Mi hija no piensa “Sexy”, ella piensa “Yaoi”. Mi hija no llora por
un amor, mi hija llora cuando termina su serie favorita o muere su personaje
favorito. Mi hija no tiene “Ositos de Peluche”, mi hija tiene “Peluches
Pokemon” y los cuida más que a su vida. Mi hija no juega futbol o practica
natación, mi hija juega videojuegos y debo admitir que es una de las mejores.
Mi hija no me habla sobre problemas de la vida, mi hija se desahoga contándome
la historia de la serie que está viendo y de su trágico final, y por si no
fuera mucho me hace verlo también. Mi hija no va a conciertos, ella va a
“convenciones”. Mi hija no escucha “Reggaetón, Pop o Baladas”, mi hija escucha
“K-pop y Anime Music”. Mi hija no suplica porque le compre un teléfono o una
Tablet, mi hija suplica porque le compre un mando más a la consola o un nuevo
videojuego. Mi hija no sueña con franceses, italianos o canadienses, mi hija
sueña con los “Asiáticos”. Mi hija no me pide ropa nueva, mi hija me pide que
le compre accesorios del anime que vio hace una semana y del cual se enamoró.
Mi hija no sueña con “Cumplir el sueño americano”, mi hija sueña con cumplir su
propio sueño asiático, el cual, según ella si existe. Mi hija no tiene amigos
que se visten y siguen las modas, mi hija tiene amigos que son más extraños que
ella y que hablan sobre cosas que solo entre ellos entenderán. Mi hija no se
muere por conocer a una modelo famosa, mi hija se muere por conocer a “Reika
Arikawa”. Mi hija no dice “Si” ella dice “Jai”. Mi hija no dice “Hola”, ella
dice “Annyeonghaseyo” o "Konnichiwa". Mi hija no visita páginas de
citas por internet, mi hija juega “Corazón de Melón” y se pierde en otro mundo
lleno de chicos hermosos creados virtualmente...
En conclusión “Mi hija”. Hay millones de cosas que puedo decir de mi hija,
pero en especial puedo afirmar que a pesar de ser anormal como muchos creerán,
mi hija es feliz, muy inteligente, bella, amigable y bastante especial. No
tendrá modas que seguir, no tendrá muchos amigos y no será bien vista por la
sociedad e incluso por algunos chicos que son como ella, quienes también la
juzgaran, pero a pesar de eso agradezco que sea como es, agradezco que sea
feliz y agradezco que su vida, aunque esté llena de Asia, sea más sana y alegre
que la de otras chicas. Porque ella se expresa y da a conocer quién es,
demuestra que siempre será y siempre le gustara tener la misma vida. Porque
esto le da ánimos en sus días más fuertes y le ha enseñado cosas que ningún
programa haría. Porque ahora conoce otras culturas y porque el ser “Otaku” no la
hace un “Friki sin Vida”… Pero por sobre todo esto, porque ella es lo más
especial de mi mundo y su felicidad es el regalo más grande que la vida me
puede obsequiar, por eso hoy me siento orgullosa de decir Tengo una Hija
Anormal”.